Hablar de navidad es ponerse en el plano de regocijo,
pero antes de nada perdónate a tí mismos,
haz las cosas de tal manera que no tengas rencores con nadie,
luego puedes decir feliz navidad a todos quienes quieras,
apresúrate amar a los demás porque mañana puede ser tarde,
entrega tu amor aunque el resto no te valore,
vive como cuando alguien te va a premiar,
si alguien te hace daño, debes perdonar hasta la saciedad,
una de las enseñanzas más profundas que dejó Cristo es:
perdona hasta setenta veces siete y no solo cuando te conviene,
Regala paz y perdón por doquier para que seas feliz,
vive de tal forma que el resto se de cuenta que tienes tu corazón,
lleno de sinceridad y armonía, escucha esto:
si quieres que te vaya bien en la vida actúa bien no solo por
este tiempo, sino todos los días de tu vida,
existe arriba un Dios que te ve, vigila, premia y te perdona
que mas quieres, todo lo puedes en Cristo Jesús.
CLEVER FAREZ U.
lunes, 22 de diciembre de 2014
viernes, 16 de mayo de 2014
A MIS GRANDES MAESTROS...
A MIS GRANDES MAESTROS…
DEDICADO A TODOS LOS MAESTROS.
I
Viviendo entre otras vidas, olvida su
propia vida,
destruyendo las tinieblas de la
ignorancia gana su guerra,
su mayor paga son las respuestas de
sus alumnos,
reír con ellos es su mayor goce.
II
Aunque triste esté, sonriente se le
ve,
la imagen más perfecta de comprensión
y amor,
su tiempo le regaló y nunca lo
discutió
más él siempre los quiso a todos.
III
Ahora, lento camina y el viento lo
vence
y su voz ya no luce galante como cuando les leía
sentado está, mirando al cielo sus
ojos se cierran
su mano cae y deja libre una hoja de
papel
IV
Me llevo el gran triunfo de saber que
ustedes,
mis hijos, mis alumnos queridos
representan en cada gesto, en cada
andar en cada vibración,
pedazos de mi espíritu resignado
que ahora ya son hombres seguros
con ideales firmes y honestos.
V
Para aquellos con eterna sabiduría
que gravan su conocimiento entre tinta
para aquellos que nos asombraron
con el eterno de su pluma eterna,
es mi maestro que día a día luz propia
brillaba…
VI
Maestros, maestras, señoritas
tantas palabras para decir con sabiduría
lo mismo que en su plateado silencio
esperan que seamos frutos de sus
sueños vistos.
VII
Dichosos aquellos alumnos que escuchan
el infinito saber que derraman sus
palabras
gracias, maestros, maestras,
gracias por ser inspiración divina de
la vida.
VIII
Me cansaría de agradecer a cada uno de
mis maestros
para ustedes que me dieron las letras
a mis maestros y maestras…… gracias….
Mil gracias.
Será hasta cuando Dios permita, sin él
nada somos…
CLÉVER
FÁREZ U.
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